domingo, 14 de agosto de 2011

Ángulos diferentes…

Unas campanas suenan a lo lejos en una indeterminada escala de tiempo, el sonido genera estragos que llegan a mis oídos y que aturden mi ya depresivo estado de ánimo, mi conciencia esta frustrada y demasiado inquieta como para soportar más, el viento se torna violento y mi corazón se agita deseando irse con él y no volver jamás, mis pies solo quieren correr hacia cualquier lugar que este lejos del recuerdo, de ese que cala y que vuelve a los humanos tan débiles, tan vulnerables y tan susceptibles al dolor; todo aquello acompañado de un cigarro, genera el estado perfecto de depresión y melancolía, creando en mi cabeza aquello que me inquieta a todas horas, preguntas, dudas, y relatos imprecisos con poco sentido común, mi mirada se desvía a mis manos y pienso –¿por qué te abrase tanto con ellas, si sabía que no me querías?-, la sangre de mi cuerpo se acelera sin limitaciones, mi cerebro intenta pensar más rápido de lo que puede hacerlo, mi subconsciente me muestra imágenes cortadas y sin mucho sentido, mis ansias me obligan a tirar el cigarro a medias y buscar algo mas, algo más fuerte que calme esa necesidad de ti, entro a mi cuarto, busco la botella de whisky, no hay tiempo para buscar refresco, ni mucho menos para servir en un vaso, levanto la botella y le doy un gran trago, intento saciar mi sed y mis ganas de ti, caen muchas gotas al suelo, pero ninguna es del licor, más bien de llanto, de dolor y de una gran frustración que tengo y que parece crecer a medida que se acaba el contenido de la botella,  mis pensamientos se tornan mas nulos y menos elocuentes, pero sigo pensando en ti, a la mitad de la botella se me apetece un cigarro, regreso a buscar el que tire minutos antes, lo tomo del suelo y lo aspiro intentando obtener la mayor cantidad de nicotina posible, no puedo dejar de llorar y mi cuerpo no para de temblar, todo lo empiezo a ver borroso, mi cuerpo ya no puede sostenerse, mis ganas de vivir se alinean a la cantidad de alcohol que hay en la botella (a la mitad), en un último intento de cobardía imagino que hablo contigo, te abrazo y te explico lo mucho que me importas, un gato se acerca sigilosamente, y mira como estúpidamente le hablo a la pared, el filtro del cigarro se ha agotado y quema mis dedos, esto me hace despertar de ese sueño en el que voluntariamente me sumergí  creyendo que tú estabas ahí, miro la botella y te miro a ti, la acerco a mi boca y no paro de imaginarte, aprovecho ese instante de inspiración y termino de beber el contenido creyendo que te estoy besando, al terminarme por completo el alcohol, aviento la botella a la misma pared a la que le hablaba, el gato dejo de mirarme y huyo al presenciar cómo me volvía loco, mi mente sigue alejándose de la coherencia y esas malditas campanas siguen molestándome, el maldito celular suena anunciando el final de la batería, en ese momento miro un mensaje, el ultimo que me enviaste, omito el principio y me dirijo al final, donde están acomodadas algunas palabras de un modo tan simple, pero que simplemente han  roto mi corazón, “jamás te quise, a si que jamás vuelvas a molestarme”, en ese momento, justo en el que creí  que sería necesario buscar otra botella de licor  porque me pondría más triste, note que mi mente regreso en un último intento de conciencia y asentí, –las mismas palabras que me hirieron, son las mismas que deben ayudarme, si no quieres saber de mi, dudo que te importe mi llanto, mi dolor, mis sentimientos, porque si te importasen, no me hubieras dejado a si-, dejo el celular en la barda que esta frente a mí, levanto la botella y la pongo a un lado de el, miro al cielo despejado en una noche muy fría, miro tantas estrellas y tan lindas en una majestuosa postal que guardo en mi cabeza, en ese preciso punto pienso un poco y admito  –solo eso me basta para olvidarte-, tome de nuevo el celular, lo apague para dejar de oír el sonido castrante que me exige conecte el cargador a una corriente de energía, dejo la botella ahí, me doy media vuelta y voy aclarando mi metáfora mientras camino, -habiendo tantas estrellas haya afuera y tan bellas, ¿por qué sufrir por una que se queda en una barda?, y aparte se queda vacía-, un ruido me hace regresar la mirada, el mismo gato de antes, el que huyo al ver cómo le daba más importancia a tu vida que a la mía, ese mismo felino había tirado la botella involuntariamente, provocando que se rompiera en muchos pedacitos, cada uno más chico que el otro, lo mire y ya más tranquilo sonreí un poco, el gato me maúlla como diciendo: ya todo termino, yo me alejo poco a poco, regreso a mi cuarto, apago la luz y antes de cerrar los ojos pienso en la maldita resaca del día siguiente, me abrigo con el cobertor, agarro mi almohada y me voy perdiendo con el sueño, y mientras duermo voy siendo arrullado por el sonido de unas campanas, que se oyen a lo lejos y que pasaron de ser molestas, a generarme mucha tranquilidad….




Este escrito, un poco mas largo de lo normal, no es mas que el producto de un momento de inspiración, intente plasmar detalles mas precisos, para su mejor comprensión al momento de su lectura, aclaro que no expresa ningún estado de animo, al menos no por el momento, y bueno la rola no se si sea la adecuada, solo intente poner una que fuese lo mas agradable al tema que escribo, para que hubiera una buena interacción entre poesía y ritmo, y claro solo podía ser rap; espero que les guste esto que se me ocurrió  y pues de nuevo les recuerdo, la suerte no existe a si que no la busquen, mejor luchen por éxito (Y). (= ESPERO SUS COMENTARIOS =). Graciias por su atenciión

3 comentarios: